Esta entrada al blog lleva rondándome bastante tiempo. No es la primera vez que escribo sobre inocencia, sin embargo he tenido que ir procesándola. Sintiendo los matices diferentes por mí misma, y comprobando una por una las palabras que pretendían salir.
Sabes que mi sentir al respecto de esta situación me dice que estamos en pleno salto evolutivo. Un salto evolutivo que se nos ha acelerado de manera sublime. Y no nos queda otra que ponernos al nivel de donde nos dirigimos. Estamos muy muy avanzados y debemos felicitarnos por ello. Y para sentirlo así se tiene que tener la intención de querer ver más allá de lo que los ojos del cuerpo nos cuentan.
La frase con la que desde hace cinco años firmo mis mails es «el cambio es desde dentro y siempre es cuestión de Amor». Y desde dentro estamos. En la «realidad» del mundo físico, y en la del mundo interior.
No te creas que yo entendí desde el principio la frase con la que firmaba los mails. Esto está siendo un proceso para mí como para todo el mundo. Aquí no nos libramos nadie. Y cada paso que avanzo, me doy cuenta de que no tengo absolutamente ni idea de nada. Pero hay una verdad constante, y que nunca falla. El cambio es desde dentro y siempre es cuestión de Amor. Y sobre ella giro cada vez que me pierdo.
La idea que te quería compartir es sobre todo para acompañarte a poder integrar, y hacer verdad en ti algo que, estoy segura te dará paz y luz. Lo que sentí muy al inicio de esta cuarentena mundial fue que donde teníamos que ir de cabeza era a perdonar a nuestro niño o niña interior. Pero de cabeza. Ya no hay que dar vueltas ni intelectualizarlo. No hay tiempo para eso. Hay que ir. Entender que toda nuestra vida es un reflejo de nuestra infancia y que desde la infancia se resuelve.
No puedes resolver algo en un lugar diferente a donde creó.
Cuando este conocimiento me llegó, lo vi con tanta claridad que no dudé en ponerme a ello. He hecho un trabajo intenso. Y el otro día acompañé a dos personas de la misma manera, y al comprobar la paz que les dejaba darse cuenta de que todo siempre estuvo ahí, supe que se acercaba el momento de escribirlo.
Es cierto que no es un tema nuevo. Trabajar con el niño y la niña interior es de primero de terapia. Lo sé. Pero ahora existe una gran diferencia. Ahora ese niño, niña, tiene más recepción que nunca. Porque ahora estamos volviendo con fuerza a la inocencia, o lo que es lo mismo, al Corazón. Estamos regresando de donde salimos y nos perdimos. Y ahí no se puede llegar con pesar, con miedo… ¡es imposible! Primero tenemos que hacer las paces con nosotros. Pero hacerlas en serio.
Por eso, mi sugerencia es que no trates de entender lo que sientes. No lo analices o se lo atribuyas a la situación externa. Ni tampoco lo escondas o trates de evitarlo (no tienes salida, por cierto). Solo atiende a lo que tu niño o niña te está pidiendo. Y haz lo que sea que tu corazón te dice que hagas. Pero ¡hazlo!
Es tiempo de liberar a los niños que hemos encerrado desde hace tanto. Dejarles Ser y expresarse. Amarles. Darnos cuenta de que somos INOCENCIA pura. Y te lo pongo en mayúsculas porque esto es algo bestial y con poder ilimitado.
Hoy hablaba con una amiga de Roma con la que me río mucho y además tenemos conversaciones increíbles, y me decía «menos mal que este virus no ataca a los niños». Y a mí como de la nada me ha salido «¿no te resulta curioso que no ataque a los niños?».
Y entonces he sabido que ahora ya era el momento de escribir lo que acabas de leer. No dudo cuando esto sucede.
Estoy más conectada que nunca con la música en estos momentos, supongo que como la mayoría del mundo. La música es Amor en acción. Te dejo la canción de Enigma, que seguro conoces. Me llegó el mismo día que hice el clic que te he compartido. Nada es casual, ya sabes…
Return to innocence
Love
Devotion
Feeling
Emotion
Don’t be afraid to be weak
Don’t be too proud to be strong
Just look into your heart my friend
That will be the return to yourself
The return to innocence
The return to innocence
And if you want, then start to laugh
If you must, then start to cry
Be yourself don’t hide
Just believe in destiny
Don’t care what people say
Just follow your own way
Don’t give up and use the chance
To return to innocence
That’s not the beginning of the end
That’s the return to yourself
The return to innocence
That’s return to innocence.
————————–
Amor, Devoción
Sentimiento, Emoción
No tengas miedo por ser débil
No seas tampoco orgulloso por ser fuerte
Solo mira dentro de tu corazón mi amigo
Ese será el regreso a ti mismo
El regreso a la inocencia
Si deseas, comienza a reír
Si debes, comienza a llorar
Sé tu mismo, no te escondas
Cree solo en el destino
No te preocupes por lo
que la gente diga
Solo sigue tu propio camino
No te rindas y aprovecha esta oportunidad
para regresar a la inocencia
Ese no es el principio del fin
Ese es el regreso a ti mismo
El regreso a la inocencia.
***********
Quizás quieras seguir leyendo:
4 Comments
Carolina
Hola Beatriz, justo hace unos días tuve un sueño para mi revelador. Me vi a mi misma de pequeña, con unos 6 o 7 años, y me acerqué a verme, no podía creer lo bonita e inocente que me veía y sentía un amor hacia mi propia imagen de pequeña que es increíble. Solo quería estar cerca de ella, es decir de mi misma… Incluso se me ocurrió hacerle una foto con mi móvil pensando en recordar siempre aquella sensación. Desde este sueño, mi imagen de mi misma de pequeña ha cambiado por completo y mi sentimiento hacia mi niña interior es de absoluto amor.
Beatriz Gómez Acebrón
¡Qué maravilla, Carolina! Cómo te agradezco que hayas compartido tu experiencia. Y cómo se hace evidente un mismo mensaje, una y otra vez… ¡Te mando un abrazo enorme!
Saray
Hola
Me parece un artículo muy bonito…yo no he soñado pero si es cierto que al tomar mis fotos de niña las veo más bonitas que nunca…es una sensación como si al mirarlas yo me conecto con esa inocencia que veo en las fotos y en ese momento hago un clic y sonrio desde mi interior. Me libero y me siento bien al sentir el ser inocente y vulnerable que soy
Un saludo
Beatriz Gómez Acebrón
¡Saray! Gracias por compartir. ¡Cómo me alegra que te llegue el artículo y resuene contigo! En la infancia está todo nuestro tesoro. ¡Un abrazo grande!